EpoxyFloor: Adiós a los Pisos Frágiles y Deslucidos

Los pisos epóxicos son recubrimientos de alto rendimiento compuestos por una combinación química entre una resina epóxica y un endurecedor. Al aplicarse sobre superficies sólidas —principalmente concreto— y curar, forman una capa resistente, continua y no porosa que ofrece durabilidad superior, resistencia a la abrasión, impactos, y a agentes químicos. Esta tecnología proporciona no solo funcionalidad, sino también un acabado estético que realza cualquier espacio, convirtiéndolo en una opción preferente para ambientes residenciales, comerciales e industriales que demandan calidad y longevidad.

Gracias a su versatilidad, los pisos epóxicos pueden aplicarse en diversas superficies siempre que estén adecuadamente preparadas para garantizar una correcta adherencia. Las más comunes incluyen:

• Hormigón (concreto): La base estándar para la instalación, ideal para áreas industriales, comerciales y residenciales.
• Madera: Requiere preparación específica para asegurar la durabilidad y evitar la absorción.
• Baldosas y azulejos: Si están firmemente adheridos y sin daños, se pueden recubrir con epóxico para renovar el espacio.

Se recomienda su uso en múltiples entornos, tales como:

• Residencias: Salas, cocinas, baños, garajes y áreas sociales, donde se busca una combinación de estética y resistencia.
• Bodegas y entornos industriales: Áreas con alto tránsito, manipulación de productos químicos y maquinaria pesada.
• Clínicas y hospitales: Espacios que requieren higiene extrema y superficies fáciles de desinfectar.
• Locales comerciales: Tiendas, restaurantes, showrooms y espacios que demandan una presentación impecable y durabilidad.

La durabilidad de un piso epóxico depende de factores como la calidad del material, el método de aplicación y el mantenimiento. En condiciones óptimas, un piso epóxico profesional puede mantenerse funcional y estético durante 10 a 20 años o más. Su resistencia superior a la abrasión, impactos, humedad y agentes químicos lo posiciona como una inversión rentable a largo plazo, especialmente en sectores donde la exigencia es elevada y la renovación frecuente representa un costo significativo.

El mantenimiento de los pisos epóxicos es sencillo debido a su superficie lisa, no porosa y sin juntas que facilitan la limpieza y previenen la acumulación de suciedad o bacterias. Para conservar su apariencia y funcionalidad, se recomienda:

• Barrer o aspirar regularmente para remover polvo y partículas.
• Lavar con agua tibia y un detergente neutro o específico para epóxico.
• Evitar productos abrasivos, ácidos o solventes fuertes que puedan deteriorar el acabado.
• Realizar limpiezas profundas periódicas para mantener el brillo y la protección.

Un mantenimiento adecuado no solo extiende la vida útil, sino que también conserva la estética y seguridad del espacio.

El proceso de instalación de un piso epóxico es minucioso y depende de:

• El tamaño del área: Áreas mayores requieren más tiempo para preparación y aplicación.
• El estado del sustrato: Superficies con daños o irregularidades necesitan trabajos previos de reparación y nivelación.
• El diseño y acabado deseado: Aplicaciones con efectos decorativos o varias capas pueden alargar el proceso.

Generalmente, la instalación completa suele tardar entre 2 a 5 días, distribuidos en preparación, aplicación de capas y curado. La fase de curado es fundamental para garantizar la resistencia y durabilidad del piso antes de su uso.